El 22 de diciembre de 2018, el presidente Trump inició un cierre parcial del gobierno después de que los legisladores demócratas se negaran a financiar su muro fronterizo de 5.700 millones de dólares. Este cierre, el más prolongado de la historia de Estados Unidos, está afectando a los tribunales de inmigración de todo el país y está generando un gran volumen de casos pendientes. Según Fox 43 News, cientos de casos de no detenidos se han retrasado meses e incluso años.
Promesas de campaña frente al sueño americano
El presidente Trump siempre ha sido muy vocal y franco sobre su postura respecto a la inmigración. Durante su campaña electoral, levantó tanto vítores como cejas cuando afirmó engañosamente que México «estaría encantado» de pagar por un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Sin embargo, a pesar de la resistencia política y de un índice de aprobación pública del 34%, el presidente Trump aún no ha renunciado a cumplir su promesa electoral original.
El 19 de enero de 2019, el presidente Trump se dirigió a la nación y anunció que estaba dispuesto a apoyar las extensiones de los programas DACA y TPS a cambio de su muro fronterizo. Cuando los demócratas declinaron esta insinuación, la Casa Blanca preparó un borrador de proclamación para que el presidente Trump declarara una emergencia nacional en la frontera sur. Mientras los ciudadanos estadounidenses esperan con impaciencia el resultado de este enfrentamiento político, innumerables inmigrantes siguen esperando sus audiencias de inmigración.
Fox 43 News consultó a nuestra propia abogada de inmigración, Rosina C. Stambuagh, Esq., sobre cómo este estancamiento político no está ayudando a los migrantes esperanzados. Explica: «Los tribunales no detenidos no están funcionando. Son las personas que llevan dos o tres años esperando esa vista. Las personas que han tenido lo que llamamos el día de su audiencia final en el tribunal, en la que el juez tomaría una decisión final sobre su solicitud, los jueces no se están pronunciando sobre ellos. Aquellos que tal vez no tienen un caso fuerte en realidad se benefician de su caso están llegando a permanecer aquí más tiempo. Sólo espero que podamos trabajar juntos y llegar a una resolución sobre los problemas reales que necesitan solución».
Durante este discurso público, el presidente Trump abordó el plan del gobierno para gestionar los casos atrasados: «Setenta y cinco nuevos equipos de jueces de inmigración para reducir el atraso judicial de créanlo o no, de casi 900.000 casos. Todo el concepto de tener juicios largos para cualquiera que ponga un pie en nuestro país ilegalmente debe ser cambiado por el Congreso.»
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